Durante mucho tiempo me aislé del mundo, me sentía dolida pues muchas de las veces que hablaba sobre lo que me habia pasado obtenia una respuesta desagradable, me dolía vivir, me apagué del mundo, incluso me alejé de la gente que me apreciaba y me apoyaba... sentía que mi dolor era demasiada carga para ellos. Me alejé también de gente a quien nunca dije nada pues en algun momento se darían cuenta que algo andaba mal conmigo (sí, tal vez pueda sonar paranoico pero asi lo sentía). No me volví una ermitaña, sólo llevé una máscara durante muchos años, pretendí ser otra persona, desconfiaba mucho de todos, sin embargo logré hacer amistades y divertirme por momentos, no se como explicarlo.
Las últimas semanas han sido de reencuentros y de reconectarme con el mundo que alguna vez dejé, estoy temerosa al respecto y me duele ver lo que dejé atrás por el miedo en el que vivía. Obviamente habrá personas con quienes haya perdido por completo la conexion que había y aquellas con las que no importa el tiempo y la distancia.
Hoy ya no siento vergüenza... bueno no tanta como antes, tengo un poco más de valor para hablar acerca de mis abusos si es necesario y me siento lo suficientemente fuerte para cualquiera que sea la respuesta.
Y de entre tantos reencuentros resultó que alguien a quien le tengo aprecio, pasó por algo similar y sólo hasta ahora después de varios años nos enteramos. Fue una noticia agridulce, pues hasta ahora no sabía de alguien que haya sido cercano a mí, en algún moneto, que hubiera sufrido de alguna clase de abuso. Siempre es triste cuando te enteras de algo asi. No he vuelto a hablar con ella pero si se cruza con estas lineas sabrá que puede contar conmigo para desahogarse si asi lo desea.
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