jueves, 24 de febrero de 2011

Soltando lastre

Programa dedicado al coaching, el desarrollo personal y la divulgación científica. Presenta: Manuel León López.

Entrevista con Némesis y la presidenta de ACASI (Asociacion contra los abusos sexuales en la Infancia)

jueves, 17 de febrero de 2011

Mi otro cumpleaños

Febrero 17 es la fecha que marca un parteaguas en mi vida.

Antes de eso pensaba que mi vida era relativamente normal a pesar de los abusos, mis tíos ya no me molestaban tanto con sus comentarios y ya habían pasado unos 5 o 6 años desde la última vez que "jugaron" conmigo, para ellos prácticamente no existia más, uno de ellos tenía una novia por la cual estaba perdido, el otro seguía dando problemas en casa pero no se metía conmigo; incluso parecía que todo se encaminaría hacia una relación normal, comenzaba a tener pláticas con ellos como si siempre nos hubiéramos llevado bien, incluso tuve mi primer novio, duró 2 semanas pero tuve mi primer beso... el de verdad... no la asquerosidad a la que estaba acostumbrada.

Debí imaginarlo, yo ya tenía 16 años, por fin me sentía bonita o por lo menos no me sentía dada al traste, cuidaba de mí, hacía ejercicio, comía sano. Mi tío, el más problemático, platicaba conmigo de cosas triviales, de esas que le interesan a cualquier adolescente, por fin me sentí apreciada... me decía que no llegara tarde si salía, que me cuidara de los que qusieran pasarse y que si tenía algún problema con alguno se las verían con él, me enseñó a fumar, me regalaba ropa... curiosamente ropa que era de él (sudaderas y camisas unisex) y me decía que me quedaba bien. Realmente era ingenua.

Ya estaba resignada a que no me iría nunca a vivir con mi madre, durante meses se lo pedí entre llanto y siempre tuve las mismas respuestas: "Estás mejor con tus abuelitos" "Aquí con tus abuelos tienes tu cuarto para ti sola, tus cosas sin que nadie te las toque" "Mi casa es pequeña y no te gusta que tu hermanita agarre tus cosas" "Yo vengo casi a diario y estoy casi todo el día aquí..." "Sabes que puedes ir a la casa los fines de semana como siempre ha sido". No importaba que llorara cada domingo por la noche cuando me dejaba después de la visita, no importaba que le dijera que no me importaban mis cosas que solo necesitaba mi ropa, siempre era lo mismo... entendí que no llegaría a nada.

Ya habían pasado un par de meses desde la última vez que le pedí a mi madre que me llevara con ella, habían pasado unas semanas desde que terminé con mi "novio", me iba bien en la escuela... era un viernes cualquiera, cuando llegué a casa esa noche había cierta conmoción pues mi tío, el que tenía novia, había tenido un gran problema, no sabía que la del problema terminaría siendo yo. Esa noche ha sido la más larga de mi vida.

Mientras uno de mis tíos lloraba su pena en su habitación, el otro me contaba lo sucedido... él había bebido pero se veía bien y además se había metido coca (me enteré tiempo después de esto último), todo parecía normal. ¿Qué de normal tiene que una niña de 16 esté hablando con un hombre alcoholizado? en mi familia siempre ha habido gente alcohólica, mi abuelo lo era pero el jamás me puso una mano encima de ninguna manera, mi abuelo era lo que se puede decir el borracho payaso que caía dormido en cualquier lado, tengo otros familiares que también son alcohólicos, mi tío era el borracho agresivo, golpeaba a mi abuela, a  la que fue su esposa y a cuanto se le atravesara en su camino, incluso llegó a los puños con mi madre. Por eso tuve la estúpida confianza de estar hablando con él, para mí no estaba borracho puesto que no estaba rompiendo cosas ni golpeando a la gente, cuando hacía eso yo me encerraba en mi habitación. Así de distorsionado estaba mi mundo. Aun así mi madre me decía que ahí estaría mejor...

Y pasó lo que pensé que no se repetiría, al principio opuse resistencia, pero fue amenazador, me tomó con fuerza y me dijo cosas que prefiero no repetir, su aliento me recordó lo violento que llegaba a ponerse, temí por mi vida, dejé de poner resistencia y aguanté, hizo de mi lo que quiso, es lo único que puedo decir. Después que terminó y me dejó casi no pude dormir, mi mente estaba desbocada, sabía que ya era hora de hacer algo, si seguía allí seguro me mataría yo misma o seguría siendo violada noche tras noche, pensé en el suicidio esos momentos, incluso llegué a tomar unas tijeras, no sé por que no lo hice; pienso que tal vez por el tipo de educación que me dió mi abuela, las apariencias... como iba a darle esa vergënza a mi familia, tal vez no lo hice porque algún pedacito de mí ama la vida... quien sabe.

Al día siguiente tenía que salir temprano, me dí una larga ducha y pretendí seguir con mi vida, pero algo había cambiado, estaba decidida a decirlo, a salirme de esa casa... si mi madre no me quería en su casa pues vería como me las arreglaría, así pasó el día, se lo dije a una amiga y me dijo que me ayudaría a empacar. Al regresar a casa mi amiga estaba conmigo, me estaba ayudando cuando mi madre llegó, y ahí explotó todo. Afortunadamente mi madre me llevó con ella... al fin, aunque eso no funcionó por mucho tiempo. Me llevaron al médico y poco después inicié una terapia. Mi vida dejó de ser "normal" o lo que yo creía normal, porque en realidad nunca lo fue.

El 17 de febrero nada tiene que ver la fecha que nací pero para mí es una fecha, que años después de esa noche, comencé a verla como otro cumpleaños... esa noche quería morir, me sentí basura, me sentí culpable, odié mi cuerpo y otras muchas cosas desagradables; pero también es la fecha en la decidí hablar, en la que me dí cuenta que si seguía en silencio jamás sería libre. Es la fecha en la que por última vez uno de mis tíos me puso sus asquerosas manos encima, la fecha en que volví a nacer pues decidí vivir.

Han pasado 16 años exactamente, he tenido retrocesos (algunos graves otros no tanto), he tenido que vivir en el silencio de nuevo pero de maneras diferentes y por razones diferentes a las amenazas, he tenido buenos momentos y también momentos cruciales que me han impulsado de nuevo, fechas que recuerdo que no son menos importantes pero tal vez la huella que han dejado no es tan profunda, la cicatriz aún duele... tal vez por eso la tengo tan presente. Tan es así que anoche tuve una pesadilla en donde le gritaba lo miserable que hizo mi vida, gritaba en la puerta de la casa de mi abuela acusándola de proteger a un pedófilo y disfrutaba que los vecinos se enteraran (aunque... como en todo barrio, todo es secreto a voces); ¿deseo reprimido? supongo que sí, ¿lo haré algún día? no lo sé.

Problablemente me sienta deprimida este día, pero puedo celebrar de manera agridulce que la vida continúa, que mi vida continúa y que ahora estoy bien a pesar de todo. Tengo una buena vida ahora y ya nadie me la puede quitar. Probablemente le pida a mi esposo que me invite a comer algo delicioso, quiero comenzar a llenar esta fecha con recuerdos agradables, ya he llorado demasiado, YA BASTA.

Tal vez llegue a ser divertido algún día esto de tener dos cumpleaños ;)

miércoles, 16 de febrero de 2011

ABUSO SEXUAL INFANTIL: CAMPAÑA CONTRA EL ABUSO SEXUAL INFANTIL. GRITOS SI...

ABUSO SEXUAL INFANTIL: CAMPAÑA CONTRA EL ABUSO SEXUAL INFANTIL. GRITOS SI...: "CAMPAÑA CONTRA EL ABUSO SEXUAL INFANTIL. GRITOS SIN VOZ. Aunque contamos con una sociedad más consciente y receptiva ante el abuso sexual ..."

Visita el enlace, tú puedes hacer algo para frenar el ASI y apoyar a los sobrevivientes. La prevención y la información adecuadas son la mejor herramienta. Pandora's Box

lunes, 7 de febrero de 2011

A veces me siento tonta

Cuando una niña ha sido sexualmente traumatizada y su familia sufre aún más que ella misma, encuentra a veces el refugio que le ofrece una costosa adaptación. Condenada a callarse, no puede ni olvidar ni adquirir resiliencia. Entonces se adapta a esta doble presión mediante una forma de existencia que tranquiliza a sus padres y calma su propia angustia: ¡se convierte en una buena alumna! Sin embargo, esta resiliencia que tan convenientemente resulta para todo el mundo puede llegar a convertirse en un medio de adaptación costoso cuado pone en marcha una vida desprovista de placer. La niña se aísla, se le hace imposible levantar la vista de sus cuadernos y corta lazos con el mundo. Aguantará así varios años, protegiéndose del sufrimiento y apaciguando a sus padres, hasta el día en que su derrumbamiento escolar y psíquico somprenda a todo el mundo. Esta defensa sólo habría podido transformarse en resiliencia si hubiera permitido a la chiquilla revalorizarse y volver a socializarse compartiendo el placer.

Del libro Los patitos feos de Boris Cyrulnik.

Cuando era pequeña mi madre me preguntó si mis tíos "me hacían cosas" a lo que respondí que no pues me asustó la manera como me lo preguntó. A los ocho años tuve la primera idea de suicidio, incluso me encenrré en el baño pensando en hacerlo. A los 12 aunque ya no me manoseaban era menospreciada y ridiculizada por mis tíos. A los 16 fui violada por última vez. Sin embargo a pesar de todo pensaba que si era buena estudiante todo saldría bien, que era todo lo que necesitaba; tenía "amigos" y buenas notas, una vida "normal". Rompí el silencio a los 16, me quedé prácticamente sin amigos y con una familia a medias. Pensaron que me volví estúpida o floja pues repetí el tercer año de la preparatoria... no estudiaba, no entraba a clases, no hacía tareas, mi promedio escolar se fue al sótano, incluso mi madre me dijo que jamás entraría a la universidad con un promedio tan mediocre, me dijo que no importaba lo que hubiera pasado pues tenía la inteligencia suficiente para ser sobresaliente.

Entré a la universidad y aguanté hasta que ya no pude más... tuve que dejar la universidad pues estaba profundamente deprimida y tenía demasiados problemas con mi madre. Encontré amigos en la universidad, algunos supieron desde temprano acerca mis abusos y me brindaron su apoyo, otros se enteraron años después y la reacción fue la misma; también encotré amigos en un grupo de la iglesia al cual iba para mantener tranquila a mi abuela; si no hubiera pasado eso probablemente no estaría escribiendo esto ahora. Salía  con ellos para que mi madre no estuviera detrás de mi llamándome antisocial y echándomelo en cara. Alguien se preguntará si tendría amigos en la primaria o en la secundaria, si los tenía, pero en verdad cuántos de ellos lo son para toda la vida, cuantos de ellos al pasar el tiempo son capaces de ayudarte, apenas se es una criatura o un adolescente y en muchos de los casos son ellos las personas más despiadadas de la tierra sin quererlo...además no muchos padres permitirían que su hij@ sea amiguit@ de una niña abusada, es triste pero así es. A mí no me gustaba ir a jugar a otras casas, mucho menos ir a alguna pijamada, no me dejaba copiar en los examenes, no por no querer sino que me quedaba absorta en mi hoja. Durante la primaria y secundaria para mí vivir así era lo único que había, no me había dado cuenta de lo que vivía y estaba sumergida en el miedo, la vergüenza, la culpa y la busqueda de aceptación. Después que rompí el silencio me alejé por completo de casi todo, y sólo sigo en contacto cercano con un par de personas de aquella época.

También encontré refugio en la lectura y la música, escribía cuentos y me enamoré de la ciencia, siempre hubo alguien que se diera cuenta y fomentara eso en mí, estoy agradecida de ello, tuve muchas tablas de salvación pero jamás llegaba a la costa. Siempre estuve a medias, siempre disfrutaba las cosas y despues me sentía culpable, sentía que no lo merecía o que era demasiado bueno para ser verdad y que a la vuelta de la esquina había algún horror esperándome. Hasta que por fín,  ya entrados mis 20 y tantos casi 30, comprendí y acepté que primero estaba yo sobre cualquier otra cosa, que no importaba lo que dijeran mi madre y mi abuela acerca de cómo vivir mi vida, pude comenzar a sanar realmente. El tener a alguien que ha sido constante y congruente ha sido muy importante, ahora disfruto más de las cosas, creo que ya no estaré a medias.

Lo que Boris Cyrulnik llama llamitas de resiliencia, estuvieron siempre a punto de apagarse, tal vez me las ingeniaba para no perderme, tal vez por cuestión del azar llegaba alguien que era un salvavidas sin saberlo, siempre tuve la esperanza que no siempre sería todo tan malo. Tomé esas líneas de su libro pues me siento muy identificada con eso. Hasta la fecha me siento tonta muchas veces, todo explotó en un momento crucial y no hay manera que recupere el ritmo por más que lo intento y me siento estúpida, es como si algo me arrastrara, como si mi mente se bloquera, es cansado y frustrante. ¿Es el costo de sobrevivir?, siento que he salido adelante en general, solo quisiera que esta faceta sea menos atropellada, ¿debo aceptarlo y voltear la página? ¿se han transformado mis defensas demasiado tarde? ¿el camino que aun tengo que recorrer a caso es más largo de lo que creo?.

Miro a mi alrededor y no puedo evitar sentirme tonta al ver cómo me han pasado, cómo han alcanzado quienes venían muy por detrás y que además también me han pasado.

Me pregunto que ha significado realmente la resiliencia para mí.
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