jueves, 22 de diciembre de 2011

Navidad, familia… ¿Agresor?

Navidad, familia… ¿Agresor?


Si partimos de la base de que en el 86% de los casos el abusador es alguien del entorno familiar del niño y del adulto, ¿Qué sentimientos crees que se despiertan en él y en ti estas fechas tan familiares?

Cada uno se ha sobrevivido a su historia como ha podido, muchos han hecho lasmaletas de sus lugares de origen y se han ido a otras ciudades para poder empezar de cero lejos de su agresor, otros aunque viviendo cerca se mantienen a una distancia importante evitando reuniones familiares, otros han cortado los lazosradicalmente… Y en tu caso, ¿Qué has hecho?

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http://aspasi.wordpress.com/

lunes, 19 de diciembre de 2011

Después del silencio

"Toñi es una mujer que sufrió abusos sexuales en su infancia. Ángela es una psicóloga que durante tiempo trabajó en un centro atendiendo a supervivientes de agresiones sexuales. Un día Toñi buscó ayuda y así se conocieron y compartieron experiencias. En aquel espacio terapéutico, ambas aprendieron y cambiaron y, fruto de aquel encuentro nació este libro.

Este libro, además de ofrecer un contexto para entender las agresiones sexuales, plantea de forma sencilla pautas para entender las consecuencias que una agresión sexual puede tener en la vida de una persona y cómo afrontarlas, tanto para los supervivientes como para sus familiares y parejas. El texto incluye ejercicios, lecturas recomendadas y un listados de centros en los que buscar ayuda." 



http://books.google.com.mx/books?id=8DZfwzAbSGwC&lpg=PP1&hl=es&pg=PP1#v=onepage&q&f=false

martes, 6 de diciembre de 2011


La violencia infantil cambia el cerebro


Los niños que han sido víctima de violencia y abuso familiar muestran cambios en el cerebro similares a los de soldados expuestos a combates, revela una investigación.

Científicos de la Universidad de Londres llevaron a cabo escáneres cerebrales en niños que habían sido expuestos a violencia en sus hogares.

Encontraron que sus cerebros mostraban una mayor actividad en dos áreas del cerebro asociadas a la detección de amenazas y a los trastornos de ansiedad.

Son los mismos efectos que se ven en los cerebros de soldados expuestos a situaciones violentas de combate, expresan los investigadores en la revista Current Biology.

Según los científicos, ésta es la primera investigación que muestra con imágenes de fMRI (imágenes de resonancia magnética funcional) el impacto que el abuso físico y la violencia doméstica tiene en los niños.

"Hasta ahora estamos comenzando a entender cómo el abuso infantil influye en las funciones de los sistemas emocionales del cerebro" expresa el doctor Eamon McCrory, quien dirigió el estudio.

"Esta investigación es importante porque nos ofrece las primeras claves de cómo las regiones en el cerebro infantil se adaptan a las experiencias tempranas de abuso en el hogar" agrega.

En el estudio participaron 43 niños con una edad promedio de 12 años. Veinte de ellos habían sido víctimas de violencia familiar, documentada en los registros de los servicios sociales de Londres.

Los otros 23 niños no habían experimentado abuso o violencia en sus hogares.

Tal como explica el doctor McCrory, todos los niños estudiados estaban sanos y ninguno mostraba síntomas de algún problema de salud mental.

"Hiperalertas"
Los niños fueron sometidos a escáneres cerebrales de fMRI mientras se les mostraban imágenes de rostros masculinos y femeninos con expresiones de tristeza, calma y enojo.

"Esta investigación es importante porque nos ofrece las primeras claves de cómo las regiones en el cerebro infantil se adaptan a las experiencias tempranas de abuso en el hogar"
Dr. Eamon McCrory

Los niños sólo tenían que responder si el rostro era de hombre o de mujer para que el procesamiento de la emoción que representaban fuera incidental.

Los resultados mostraron que los cerebros de los niños expuestos a violencia doméstica presentaban mayor actividad en la ínsula anterior y la amígdala cuando respondían a los rostros enojados.

Estas dos regiones del cerebro, explican los investigadores, han sido asociadas a trastornos de ansiedad y a la detección de amenazas.

Lo cual sugiere que los cerebros de los niños maltratados, igual que ocurre con los soldados expuestos a combates, se adaptan para estar "hiperalertas" ante cualquier signo de peligro en el ambiente que los rodea.

Según los investigadores, esta adaptación cerebral no parece causar daños permanentes en el cerebro de los niños, pero podría explicar porqué los niños maltratados tienen mayor riesgo de desarrollar problemas de ansiedad más tarde en su vida.

Los científicos creen que aunque esta adaptación cerebral es de corto plazo, podría incrementar la vulnerabilidad de estos individuos a desarrollar problemas de salud mental en el futuro, en particular trastornos de ansiedad.

"Lo que hemos demostrado es que la exposición a la violencia familiar está asociada con una alteración de las funciones cerebrales" dice el doctor McCrory.

"Y estas alteraciones pueden representar un factor de riesgo neural subyacente. Creemos que estos cambios pueden ser adaptativos para el niño a corto plazo, pero pueden incrementar su riesgo a largo plazo".

El científico agrega que "estos resultados muestran la importancia de tomar seriamente el impacto de un niño que vive en una familia caracterizada por violencia".

"Incluso si ese niño no muestra signos manifiestos de ansiedad o depresión, estas experiencias parecen tener un efecto mensurable a nivel neural" agrega el científico.

fuente: BBC
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