Las personas son como los paracaídas. Si no están ahí la
primera vez que las necesitas, lo más probable es que nunca las vuelvas a
necesitar."
Lo que yo necesito de mi familia, de mis amigos y de mí
misma
Necesito que me tengan paciencia y fe en que me voy a
recuperar completamente. Me puede tomar dos años o cinco años o la vida entera,
pero necesito que confíen en mi posibilidad de sanar y de superar el trauma que
tan exitosamente ignoraron durante mi infancia. Sólo porque no se dan cuenta de
que estoy tratando de recuperarme, no significa que no esté tratando.
Necesito que honren el poder sanador del sueño. El cerebro
es una máquina brillante que procesa miles de millones de datos por segundo y
que utiliza el sueño para bloquear estímulos externos y ordenar los eventos del
día. Por lo menos en las primeras etapas de mi proceso de sanación quiero y
necesito dormir mucho.
Necesito que asuman que hay muchas cosas que he olvidado.
Hay muchas piezas del puzle que aún no encajan en mi cerebro, muchos eventos
que están fragmentados y tengo muchas lagunas mentales. Necesito que entiendan
que eso no significa que esté mintiendo ni imaginando cosas. No estoy loca,
sólo estoy tremendamente herida y traumatizada.
Necesito que entiendan que mis autolesiones no son una
manera de llamar la atención, ni de manipular a las personas, ni de lograr lo
que quiero. Necesito que las vean como lo que son, una forma de expresar
emociones que me agobian y que no logro verbalizar, una manera de sentir cuando
estoy anestesiada, una manera de volver a mi cuerpo y una manera de aliviar la
culpa que me sobrecoge al recordar.
Necesito que superen la "ética del perdón
instantáneo" y que entiendan que antes de perdonar a mi abusador, debo
sanar yo. No me pidan que perdone a quien me hizo daño. No sanaré por el solo
hecho de perdonar, sino que por el contrario, cuando esté sana, el perdón
saldrá solo (o puede que ni siquiera lo necesite).
Necesito que me ayuden a vencer el miedo al tacto. Que me
abracen, que me acaricien el brazo, mi pelo, que sean cariñosos conmigo. Cuando
me hablen, lo que me digan no es tan importante comparado con cómo me lo digan.
Lo que me hagan, no es tan importante comparado con cómo me lo hagan. Necesito
que se muestren tal como son, necesito que me ayuden a poder volver a confiar
en la gente.
Necesito desafiar mis sistemas cerebrales. Creo que hay
esquemas en mi cerebro que fueron desordenados cuando aún era muy pequeña, y sé
que es de vital importancia desafiar mi sistema cerebral antes de que más
esquemas se vean afectados. Necesito emprender cosas que desafíen mi intelecto,
que requieran algo de mí. No necesito que me protejan de mis pensamientos, sino
que potencien mis capacidades.
Necesito que me amen - no a la persona que era antes, sino
que a la persona en la que me he convertido. La persona que "habría podido
llegar a ser" murió a los 8 años, la primera vez en que tengo el recuerdo
certero de haber sido abusada sexualmente. A lo mejor parece como si aún fuese
la misma persona, pero soy diferente - y necesito que acepten eso.
Necesito definir mis prioridades en base a lo que quiero
recuperar primero. Me impidieron potenciar y desarrollar muchas habilidades y
cualidades a muy temprana edad. Necesito que acepten mi definición de
prioridades y, si es posible, que me ayuden a sostenerlas en el tiempo.
Necesito que se centren en mis capacidades, no en mis
discapacidades. Necesito celebrar mis triunfos, por muy pequeños que sean,
éstos me inspiran e incitan a seguir adelante. Si es que estoy respirando
correctamente, necesito celebrar que estoy viva, y respirar más profundamente.
Si es que tropiezo, entonces necesito celebrar cuando estoy de pie. Es muy
fácil centrarse en mis discapacidades porque son muchas, pero necesito que mis
triunfos también sean celebrados.
Necesito permitirme ser apoyada y recibir amor y ayuda. Es
difícil saber cuán bien me voy a recuperar. Necesito dejar de estorbarme.
Necesito dejar de martirizarme por ser menos. Necesito dejar que mi cerebro
sane. Necesito que me den un poco de tregua y no me agobien tanto. Soy
diferente y a lo mejor hasta más débil que ustedes, y eso está bien.
Fuente: http://migueladame.blogspot.com/
Deseo se cumpla lo que necesitas, no te agobies con lo que no puedes realizar, ya pasará!
ResponderEliminarIntenta -sé que es difícil- apostar al buen humor, lo hago hace muchos años.
Es un camino que pocxs interpretan, inclusive como somos únicos e irrepetibles, lo que funciona en algunas personas no es así en otras. Alejarse de lxs seres dañosos es para mi imprescindible.
A veces tengo la sensación que me voy a quedar sola, asimismo a mi edad no tengo ganas de mostrar 'caretas' para llevarme bien.
Te dejo abrazos!
Reaparezco y me transformo.
ResponderEliminarLucha, pues el camino más fácil, sencillo y a la vez complicado se llama abandono.
Besos.
es una nececidad comun de las personas como nosotros... estas palabras que acabo de leer. somos almas que aveces solemos bajar a ver el infierno por que conocemos un aparecnte fuego de lo que parece lo peor de este mundo ,, solemos cerrar las puertas al mundo pero siempre dejar una ventana para curiosear alli afuera,,y aveces pedir ayuda en silencio, tememos al mundo aveces asta el sol que que quema muchos la piel del corazon es fragil el cual tantas veces suele dañarse con un rayo de realidad... aun asi intentan volar aun cielo con alas de sus sueños y sus ansias de libertad los hacen sortear paredes de ignorancia,,,, despues de todo lo que abunda es haber sufrido ---- pero lo que se esconde y queda por descubrir es.. la vida de la LIBERTAD. contas con mi apoyo incondicional tambien mi voz se une a la tuya para gritar cuando haga falta o en llanto haga falta ..... saludos --- luis8a---
ResponderEliminarMe ha encantado y ayudado ahora que intento apoyar a una amiga, ex-novia de hecho, superviviente de ASI. No pude comprender lo que pasaba por su cabeza la primera vez, a pesar de que me lo contó todo. Fue hace ya 15 años, y me costó el amor de mi vida, y un futuro juntos. Pero ahora, que está en un mal momento -quizá se divorcie- no le fallaré. Ahora estoy aprendiendo cómo ayudarla mejor. No me faltará paciencia, ni determinación
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